La mente
perturbada de los que soñaron en el ayer se hace cada vez más pequeña. Entre
cuatro paredes das la razón a tus más dolorosos pensamientos. Unos muros que
crecen y te llevan al fondo de un pozo. Todos tus esfuerzos por subir son en
vano. Estás aterrorizado. Tienes ganas de huir, de respirar el aire del
exterior. Acabas queriendo tachar a cualquiera que se interponga en tu camino.
Y cuando ya no puedes más, te vas a un rincón, sollozando, reprimiendo toda la
voluntad que tenías. Cuando intentas dormir, y el insomnio te acompaña. Cuando
sueñas y despiertas sin recordar, pero con angustia necesitas en ese momento
que te abracen. Nunca supieron que la luna estaba justo detrás de su espalda,
resplandeciendo y dando luz a toda esperanza. Es triste cuando no sabes de su
existencia.
Entonces, sintiendo
soledad en tu habitación, intentas salir al exterior, pero aun así marginas tus
pensamientos de tu alrededor, sin siquiera pararte a mirar el mar. ¿Cómo
pretendes encontrar con tu mirada una mínima belleza que te alivie? El sonido
de tus pasos encima la arena, escurriéndose entre tus dedos. El aire fresco del
agua, salado y frío, pero con una calidez que tranquiliza. La luz del atardecer
o el sonido de las olas al anochecer del todo. Quizás es algo personal, algo
muy íntimo en mis momentos conmigo misma. Pero no hay nada que perder en
intentarlo, o, al menos, encontrar vuestro propio momento.
Yo, recordando,
como si fuera un mismo sueño todos mis momentos, me siento aliviada y dolorida
por ello. Aun así, huir no es una opción. Mas bien, preferí recolectarlos en
pequeños textos que me llevaron a entender mi forma más bonita de enmarcar o
como guardar en una caja. Me imaginaba que escribía cartas con una lejana
amiga, quizás alguien que me completaba, pero ya formaba parte de mi. Muchas de
ellas no se sabe del cierto quién se las escribe a quién, ya que cada uno de
nuestros recuerdos y momentos se unían.
La llamé Noah, y
hay una razón. Este nombre es la forma inglesa de Noé. Noé proviene del hebreo
"Noach", derivado de una raíz hebrea que significa “confortar,
consolar, aliviar” o también "descansar". Con esto quería dar a
entender que des de su aparición, su significado quise que me afectara. Quería
alivio, consuelo, descansar. Pero, también hay otra cosa. Este nombre ingles es
utilizado mayoritariamente como forma masculina, ya que la femenina es sin
"h". Aquí doy a entender un punto de vista masculino dentro de una
apariencia femenina. Me dirijo a Noah como "ella" en su físico.
Poco más podría
contaros, porque mis razones crecen junto con mi persona y aun me falta mucho
por formarme. Ahora me mantengo ocupada, pero siempre tendré esos momentos en
que escriba más pequeños textos. Y para acabar, os dejo una carta más que a
continuación guardaré en una caja.
"Durante
mucho tiempo he sido feliz, des de siempre. Cuando era pequeña, mientras iba
creciendo. Luego empecé a ver lo terrible que puede ser el mundo. Y no huí,
quería vivirlo, saber lo que era. Pero llegué a mis límites. Era casi imposible
volver a creer que existía algo llamado felicidad. Dudamos de los demás, del
mundo entero. Hasta de aquellos que queremos y nos quieren de corazón. Dejé de
ser yo misma y me fui corriendo. A otro lugar más allá de lo que hay debajo de
mis pies. No me arrepiento, aprendí más cosas de las que podría imaginar. Me
formé tal como soy ahora y nada fue una caída como yo creía.
Hace unos meses
mis decisiones eran caminos aleatorios. Me descarrilé tanto como pude, tanto
como había hecho anteriormente. Fue diferente, porque lo veía todo claro, aun
sabiendo que amaba y todo lo que hacía me mantenía. Pero la llama se apagó del
todo y me quedé a oscuras.
En ese momento no
me sentía perdida, sabía que tenía que hacer. Seguí adelante, volví a encender
otra llama, esta vez queriendo convertirla en la hoguera que me mantendría en
calor. Conocía la amistad, el amor, la tristeza... Entonces, lo vi. Estaba en
el centro de mi cuerpo. Un sentimiento desconocido pero que ya había palpado
con mis propias manos con amargura. En todas las veces que digo lo mucho que le
aprecio, que le quiero, no miento.
Te agradezco todo lo que has hecho por mí y
siempre lo haré.
Con mucho cariño.
P.D.: Espero
verte pronto..."