F I N D

"El corazón, que no lo encuentro, que lo abandoné hace creo que dos meses ya. Abandono esa isla en la que vivía junto a ti. Naufragio. Me abandonaste en esta. Al igual que en el inframundo. Descolocada mirando el Tártaro, un agujero negro. Está tragandome trozo a trozo."

Sin rendirme, sin volver a sobrepasar mis límites, lo vi.
Descansando en esa isla, después de el abandono, pude verte. Fue como una teletransportación, apareciendo de la nada. Me acerqué a ti, y así, logré escapar. Logré pasar una página que llevaba tiempo releyendo una y otra vez, que me iba destrozando. Estaba a las últimas de poder llegar a la siguiente. Y tu no es que me ayudases, fuiste una buena razón para seguir adelante. Sigues siéndolo.
El corazón. No sé cuándo, solo el cómo, pero lo encontré. He vuelto a sentir. Con miedo, si. Pero ahora que puedo, no debo rechazarlo por temor, hay que luchar. Lucharé por todo aquello en lo que debo lanzarme, ahogarme si hace falta. Este órgano palpitante ha vuelto a tener vida. De forma diferente, pero, realmente, es algo increible.
Y mentiría si dijera que no me pierdo en tus ojos, como el reflejo de los míos, como expresar más de lo máximo que podría decirte. Porque es mirar y callar. Observar y no retroceder. Sonreír, pensar que, mientras veo, estoy deseando oír tu voz. Deseando escucharte, refugiarme entre tus brazos, desgastarme los rosados labios con los tuyos. Acariciar infinitas partes de tu cuerpo. Siento que nunca llegaré a todas. ¿Y sabes? Esos ojos, esos labios, esas caricias, como lo digiste, "Dejan sin toda palabra merecedora de romper ese momento..." Al igual que escucharte.
La sinceridad relata el hecho de no comprender que es aquello que me hace desearte, querer conocerte, querer saber que hay más allá de ti, más allá de lo que pueda llegar a sentir. Sentimientos que cada día que te noto, cambian. Pero la duda no es un tormento, hallaré la respuesta cuando llegue el momento. Hallaré como deberé apreciarte.
Aunque, no hay razón para decidir. Estamos y seguimos estando. Todo aquello que debemos hacer, lo correcto, es vivir el presente.