dijous, 12 de juny del 2014

Lágrimas des de el inframundo

Como una vela, mi alma. Reluciente, en calma. En calma atrapa todos mis deseos.
Como una bomba a 30 minutos de explotar, una llama en la cuál se llena de recuerdos. Y crece. Aun queda una eternidad para que se apague.
La luna, que me acompaña en mis peores momentos de soledad. Sola respiro la tristeza, que cubre mi cuerpo como lava de volcán indeseado. Acomoda tu cabeza en mis hombros, me dijo la estrella Saphira. Mi alma gemela, mi rincón exquisito de esas malas noches de invierno y las de verano, que las sueño en estos momentos.
Acurruca tu cuerpo junto el mío, porque la tormenta de mi razón no tiene piedad. Descansa tus pesadillas en mi tripa, que sangra por cada palabra no dicha. Que te echo de menos como los planetas extrañan su Vía Lactea. Que los mantiene en órbita, en línea sin perdición ni maldiciones.
Los dioses del Olimpo me desprecian por mi gran deseo a ir al infierno. Aquel. ¿Te acuerdas? Aquel en el que caímos sin razón de volver a nuestros cielos de razón. Aquel en el que me abandonaste y ahora va quemando mi piel y órganos. Todos menos el corazón, que lo deje huir por miedo a salir herido, otra vez.
Ahora corro por caminos en llamas de desesperación, nado en sus mares junto a Eris, la diosa de la destrucción. Que ella es quién destroza mis esquemas, que crecen y los voy perdiendo por momentos.
Y ahora, que no dejo de pensar en dejarte ir, mi querido cielo del Tártaro, que eres inexistente. Que eres un agujero por dónde caigo poco a poco sin razón de salvación.
Calla tu amargura, porque me entristeze, me rompe poco a poco. Y es una daga tu mirada, que quema mi espalda mientras es apuñalada por tus palabras sin piedad.
______-____________

Poseidón, hermano de mi reí, de mi único salvador. Que aunque me mantenga atada a aquel dolor, me da compañia junto su calor.
Ven mi querido compañero, quiero traspasar todos tus mares, ser acariciada por tus olas de tormenta solitarias. Angustiantes y saladas, por esas lágrimas que derramaba en mis días de mancanza. Por las de ahora, que saben a desgracia.
Mamaba de tus pechos de roca. En esas costat donde nadie me rompía y me destroza.
Porque es así, sigo rota. Mi más fiel corazón en el fondo de los mares se ahoga. Encarcelado y perdido, sin saber por dónde lo acaronan. Lo acaronan esos seres que me quieren ver herida.
Y sola.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada