Me gusta, si lo hago.
Me gusta cuando sonríe, cuando se enfada, cuando veo el miedo en sus ojos. Sus ojos. Su forma de abrazar que te convierte el corazón en una playa cálida y llena de paz.
Confieso que me gusta esa parte de esas personas que llenan mi corazón y consiguen hacerme feliz con una mínima sonrisa ofrecida a mi alma. Una alma que durmió durante un tiempo y poco a poco se ha hido liberando hasta conseguirlo.
Confieso que me gusta esa parte de la música, porque ella también lo consigue. Ella me ayuda a llorar al igual que pocas personas que contaría con una mano.
Agradezco su presencia a pesar de sus grandes momentos de ausencia. Porque aunque no estén conmigo, siento su calor cuando los recuerdo, cuando hablo con ellos horas y horas en el teléfono, y olvidamos las dos horas que compartimos, más de la mitad la pasamos riendo o diciendo cosas sin sentido.
(ofrezco una parte especial a mi Princesa y a mi hermana aquí mismo. No hace falta decir nada, ya sabemos lo mucho que hay y que no podemos ofrecer con simples palabras)
No diré adiose, si no un hasta pronto. Porque nunca desapareceran de los recuerdos y,
del corazón. <3
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