The walk.

Esta vez Noa dejó de seguir, de querer encontrar ese corazón solitario. Su corazón mantiene el escudo que hace un tiempo encerro en la caja fuerte de sus tesoros. No puede volver a sentir eso a lo que llama amor.
Huyendo de algo que traspasa los límites de su conciencia, de sus deseos. Mañana quizás deje de correr. Está cansada de esos mundos en esos cuartos infinitos de posibilidades indetectables, inalcanzables. La niña ya dejo atrás las casas de muñecas y todas las historias de amor.
"Vive" le dijo su angel de la guarda. Esta vez le hará caso. La rabia le ciega, pero le ayuda a seguir adelante y escapar de la ciudad de los sueños. En Madrid ya han desaparecido las calles de ellos. Para ella ya no existen, si no los ataques de pánico la matarían.
Calla, sueña con no soñar. Evitar aquello que te duele y te arranca la doble piel de armadura.
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3 de mayo

Noa camina sin regreso, todo recto hacia donde creía que tenía que seguir. Pero se detiene, y lo ve. Un camino al que, sin pensarlo, se dirige a él desviando aquello que cree, que necesita. Sin pensar en el pasado. Las primeras piedras del camino las esquiva, pero se ha tropezado. La maldice, pero sigue adelante. Entre pasos largos y inseguros piensa en ella. Y finalmente resuelve el mensaje. Es como la música que tiempo atrás escuchó, con un aspecto y tacto que tiempo atrás deseo. Se maldice a ella misma, pero con el tiempo reconoce lo sensible que es. Y ahora, sin esperarlo pero queriendo, está en una calle sin salida. ¿Está enamorada...?